Una forma típica de los molinos de Provenza
La forma cilíndrica del molino-torre permite resistir a
las borrascas del mistral, viento frecuente en Provenza. Su base, construida en piedra local, está coronada por un casquete orientable y un tejado de madera que soportaba alas de 7 metros de diámetro que perdió en el terremoto de junio de 1909.
La entrada del molino se sitúa en el lado opuesto a los vientos dominantes para limitar las pérdidas de energía.
Venelles fabricaba su propia harina
La situación en la altura del molino ofrece una vista impresionante de la Sainte Victoire en el sudeste y de la campiña aixonesa en el suroeste donde se cultivaba el trigo.
Construido en 1662, el molino-torre funcionó hasta su cierre en 1904. Los habitantes de Venelles traían sus cereales que el molinero transformaba en harina. El pan se cocinaba en un horno junto a la iglesia.
Una nueva vida para todos
Después de muchos años de abandono, este antiguo molino señorial quedó casi en ruinas.
A partir de 1968, los nuevos propietarios dedicaron diez años de su vida a levantar los muros del edificio y transformarlo en un hábitat. Sus volúmenes originales permanecieron intactos y la vivienda se adaptó a esta forma atípica.
Incluso sin sus alas, la silueta del molino marca el punto de referencia de la antigua aldea y constituye la identidad visual de Venelles.